Palma de Mallorca
 
 


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7. ESTROFAS (III)

La serie monorrima. - Está constituida por series desiguales de versos
de distinto número de sílabas - los que más abundan son los que tienen
14, 15 y 13 sílabas -, monorrimos y asonantes, y cuya rima cambia cuando
cambia el asunto. Cada verso consta de dos hemistiquios.

    Es la métrica propia de la poesía épica primitiva de Castilla.

    He aquí un ejemplo del Cantar de Mio Cid:

         Con estas alegrias - e nuevas tan ondradas
         aprés son de Valencia - a tres leguas contadas.
         A mio Cid, - el que en buena cínxo espada
         dentro a Valencia - el mandálol levavan.

         Alegre fo mio Cid, - que nunca más ni tanto,
         ca de lo que más amava - yál viene el mandado.
         Dozientos cavalleros - mandó exir privado,
         que reciban a Mínaya - e a las dueñas fijas dalgo;
         él sedíe en Valencia - curiando e guardando,
         ca bien sabe que Albar Fáñez - trae todo recabdo.

El romance.- Derívado de los dos hemistiquios de la antigua épica
- cuando ésta tendió a unificarse en el verso de dieciséis sílabas -, resulta
constituido por una serie indefinida de octosílabos, con roma asonante en
los pares. Es una combinación de gran movilidad, lo cual la hace
insubstituible para la narración.

Según la longitud de sus versos toma diversos nombres:

         ROMANCE (octosilabos).  Es el más divulgado:

         De Francia partió la niña,
         de Francia la bien guarnida:
         íbase para París,
         do padre y madre tenía.
         Errado lleva el camino,
         errada lleva la guía:
         arrimárase a un roble
         por esperar companía...


Si el romance se compone con versos de once sílabas, se llama ROMANCE
HEROICO.

         ¡Hermosas noche! Por Oriente asoma
         de bruma envuelta en anchurosa franja,
         y cruzando sus velos en la altura,
         doquiera tibia obscuridad derrama.
         Huye la luz, bordando las esferas
         con ricas orlas de colores varias,
         y en los mares revueltos el ocaso
         la remgente cabellera baña...

Si los versos del romance son de siete sílabas, se llama ENDECHA si de
sSeis, ROMANCILLO. He aquí una endecha:

         Ay, soledades tristes
         de mí  querida prenda,
         donde me escuchan solas
         las ondas y las fiéras...

El soneto.- Dos cuartetos y dos tercetos. Versos endecasilabos. Rima
consonante:

         Cuando en mis manos, Rey eterno, os miro,
         y la cándida víctima levanto,
         mi atrevida indignidad me espanto
         y la piedad de vuestro pecho admiro.

         Tal vez el alma con temor retiro,
         tal vez la doy en amoroso llanto,
         que, arrepentido de ofenderos tanto,
         con ansias temo y con dolor suspiro.

         Volved los ojos a mirarme humanos;
         que por las sendas de mi error siniestras
         me despeñaron pensamientos vanos.

         No sean tantas las miserias nuestras
         que a quien os tuvo en sus indignas manos
         vos le dejéis de las divinos vuestras.

     Más que una estrofa, el soneto es una forma breve y completa de poema.
Su estructura interna es perfecta. Los dos cuartetos sirven para la
exposición de la idea que, a veces, se prolonga hasta bien entrados los
tercetos. Sin embargo, éstos se utilizan generalmente para ampliar, rátificar
o recoger los conceptos esparcidos anteriormente, en una afirmación final
concisa y condensada, de gran fuerza expresiva.

     El soneto nos vino de Italia. En los Siglos de Oro evoluciona de
acuerdo con el gusto estético de la época. En Garcilaso, por ejemplo, los
sonetos son ponderados, serenos. En cambio, a medida que se avanza hacia el
barroco, los elementos se esparcen por el poema con gran movilidad para
recogerse enérgicamente hacia el final.

    En el soneto del ejemplo anterior, el poeta expresa su dolor por el
pecado y el inmenso respeto que siente en la Consagración. En el primer
terceto cambia la actitud y empieza la súplica ardiente de misericordia.
En los dos últimos versos resume la oposición entre la Divinidad y su
miseria humana, idea fundamental del poema.

Estancia.- Es una estrofa formada por varios endecasílabos y heptasílabos
que se combinan y riman a gusto del poeta. Tan sólo se requiere
que en las composiciones formadas por estancias - canciones, odas,
églogas... - las restantes estrofas sigan el esquema de la primera.

         Divina Elisa, pues agora el cielo
         con inmortales pies pisas y mides,
         y su mudanza ves estando queda,
         ¿por qué de mí te olvidas y no pides
         que se apresure el tiempo en que este velo
         rompa del cuerpo, y verme libre pueda,
         en la tercera rueda
         contigo mano a mano
         busquemos otro llano,
         busquemos otros montes y otros ríos,
         otros valles floridos y sombríos,
         donde descanse, y simpre pueda verte
         ante los ojos míos,
         sin miedo y sobresalto de perderte?

             Nunca pusieran fin al triste lloro
         los pastores, ni fueran acabadas
         las canciones que sólo el monte oía,
         si, mirando las nubes coloradas,
         al trasmontar del sol bordadas de oro,
         no  vieran que era ya pasado el día.
         La  sombra se veía
         venir corriendo apriesa
         ya por la falda espesa
         del altísimo monte, y recordando
         ambos como de sueño, y acabando
         el fugitivo sol, de luz escaso,
         su ganado llevando,
         se fueron recogiendo paso a paso.

Silva.- Es una serie indeterminada de versos endecasílabos y
heptasílabos que no se suelen distribuir en forma de estrofas. La rima puede
ser consonante o asonante y hasta se permiten algunos versos libres. Todo
queda a elección del autor.

         Pura, encendida rosa,
         émula de la llama
         que sale con el día,
         ¿cómo naces tan llena de alegría,
         si sabes que la edad que te da el cielo
         es apenas un breve y veloz vuelo?

         Y no valdrán las puntas de tu rama
         ni tu púrpura hermosa
         a detener un punto
         la ejecución del hado presurosa.

La Estancia y la, silva son producto de la imitación de la métrica
italiana que tuvo tanto éxito en los siglos XVI y XVII.  Los versos
endecasílabos y heptasílabos combinan con una sonoridad perfecta y casi
todos los autores renacentistas los han utilizado.


  

Pep Cardona. Noviembre 1996. Palma de Mallorca.